Por un lado, al anular la tarjeta revolving, el cliente sólo tendrá que devolver al prestamista la cantidad principal que este le haya prestado (por ejemplo, si el cliente solicitó un crédito de 3.000€, únicamente deberá pagar dicha cantidad, sin intereses, primas de seguro ni comisiones).
Y, por otro lado, el cliente recuperará el dinero que haya pagado de más en concepto de intereses, comisiones, recargos por impagos o primas de seguro desde la fecha de la contratación. Es decir, el prestamista deberá devolver al cliente todas las cantidades que excedieran del dinero prestado.
En ocasiones ha ocurrido que, teniendo el cliente una deuda con la entidad, dicha deuda se ha convertido en un crédito a favor del cliente.